martes, 4 de septiembre de 2007

Entrevista a Mónica Montañés


Con motivo de la transmisión -el día de hoy- del capítulo final de la telenovela Voltea pa' que te enamores, aprovecho para recordar esta entrevista que le realicé a su autora, Mónica Montañés, la cual fue publicada en El Diario de Caracas hace más de un año. Esta es la versión completa; la original se editó por razones de espacio. Espero que la disfruten!!!
Carlos


El aplauso para Mónica va por fuera

Honestidad y humor caracterizan los personajes creados por Mónica Montañés, comunicadora que encontró su espacio en la escritura de teatro y televisión.
Tras publicar su primera novela, solamente tiene tiempo para el dramático que le solicitó Venevisión


Para la escritora Mónica Montañés es fácil ubicar la génesis de su vocación: “Desde muy chiquita estoy contando cuentos. Soy hija única y vivía inventando para no aburrirme. Tuve un viaje de hermanos imaginarios. Ya de adolescente comencé a escribir. Quería ser médico; pero al llenar a planilla del CNU me quedé en blanco.”
En un curso de orientación sicológica le dijeron que su carrera ideal era… ¡ingeniería! “Mi papá es ingeniero y yo no quería ser eso. La segunda opción, muy lejana, tenía que ver con letras. Pero tampoco quería ser profesora de nadie. Solamente me quedaba comunicación social. Entré y me fascinó.”
Paralelamente estudió actuación con Ada Nocetti y Ricardo Lombardi, fotografía, dramaturgia, todo ese mundo que la encantaba y le llamaba la atención. Se graduó en mención audiovisual pero empezó a ejercer en impreso. Siempre tuvo la certeza de querer cubrir cultura, ya que su mamá es artista plástica. Sin embargo, todavía no aparecía la ruta de la escritora.
Comenzó en El Diario de Caracas, “Pero no me veía como protagonista del hecho, sino como la periodista que lo cubre”. Paralelamente, seguía estudiando guión con David Suárez y Jean Claude Carrier. Sentía que aún no había llegado a lo suyo y que la cosa iba por ahí.
Luego, entró a trabajar en comunicaciones en el Ateneo de Caracas. “Tomando unos tragos con Mimí (Lazo), mientras la entrevistaba, me contó que ella quería hacer un personaje que no fuera una bomba sexy, sino una mujer real, con nuestros problemas. Se lo había dicho a montones de escritores y nadie le hacía caso.” Entonces Mónica arrancó a escribir la imbatible obra “El aplauso va por dentro”, aún vigente, tras más de una década de presentaciones.
Pero no sería fácil. Cuatro directores la rechazaron. Aseguraban que era imposible de montar. Hasta que un día Gerardo Blanco, entonces director general del Ateneo, le comentó que quería dirigir un texto que hablara de lo femenino y le preguntó si sabría de alguno. “Del mío”, contestó la entonces incipiente escritora. Quedó en llevárselo al día siguiente. Pero faltaban anécdotas. Acababa de cambiar de computadora y la obra había quedado en la anterior. Tuvo que reescribirla en una noche. “Eso fue buenísimo, pienso que mejoró mucho”.
Mónica entendió que quería hacer lo que hace ahora cuando vio a Mimí en el primer ensayo, interpretando lo que ella había escrito. “Ahí supe que eso era lo mío, para el resto de mi vida.”

Vivir de la pantalla

En el estreno de “El aplauso...” Mimí le dijo que pidiera un deseo, porque los deseos que se formulaban en los estrenos, se cumplían. ¿Y cuál fue el deseo de Mónica? “Dios mío, que a César Miguel (Rondón) le guste y me llame para escribir televisión.” Así fue. El impactado escritor se le acercó y le propuso ingresar como dialoguista en Venevisión, en una telenovela de Ibsen Martínez.
No tuvo conflicto por entrar en la televisión. “Sí me llamó mucha gente cuestionándome porque iba a vender mi talento.” Pero a ella siempre le he gustado trabajar para pagarse sus cosas y el teatro en Venezuela no permite vivir. Ni siquiera “El aplauso”. Ya estaba divorciada y con una niña, así que el trabajo en TV llegó como un oportuno quince y último. “Pero no es solamente eso. Es divertida, extraordinaria, un medio como ninguno para comunicarse con un gentío.” Afortunadamente pudo combinar ambas cosas.
“Además, me siento mejor invirtiendo mi dinero en mis proyectos y no esperando vivir de un subsidio del Estado.” Una práctica que comparte con su amiga Mimí y con su primo el cineasta Román Chalbaud.

Con aroma de mujer

Sobre su recurrencia por el asunto femenino, afirma: “Vengo de una familia de mujeres solas. Mi abuela, mi mamá, mis tías, mis primas echándole a la vida sin un hombre al lado. Siempre estaba entre gente grande oyendo la eterna queja sobre los pocos maridos presentes y los muchos ausentes. No me quiero escapar de eso, aunque recientemente percibo un giro más universal en mi temática.”
Considera que “Yo, tú, ella”, su más reciente texto teatral, podría centrarse en tres hombres. “Dejar de ser quienes queremos ser por el miedo al qué dirán no es un problema exclusivamente femenino.”Es posible, entonces, que estemos en una segunda etapa de la obra de Mónica Montañés. No tanto lo femenino como lo del ser humano.
Ya no toma su vida como un azar. Siente que todo sucede por algo. Tras quedar embarazada de su hijo Tomás, se distanció de la televisión. Pero recientemente, recibió el llamado de Venevisión para que concibiera su primera historia original, tras haber firmado a cuatro manos, con César Miguel Rondón, éxitos como El país de las mujeres, Guerra de mujeres y Frenesí. Ya se están afinando los detalles finales para iniciar las grabaciones de la historia, cuyo título permanece bajo siete llaves y será protagonizada por Danielita Alvarado.
Mientras estuvo fuera de la TV, aprovechó para presentar su primera novela -Perlas falsas, tras habernos brindado el libro de cuentos Veintitantos amores y pico-; pero además se estrenó como profesora de escritura de telenovelas en el Celarg. “Eso fue maravilloso, porque me revisé. Explicar a otros lo que más bien me explicaban a mí tiempo atrás, me aclaró mucho.” Siente que esto se reflejará en sus próximos trabajos.
Al preguntársele cómo confrontaría el requerimiento de una telenovela rosa por parte de un canal, recuerda que ya las ha escrito; sin embargo confiesa que no sabría qué hacer si le restringen el humor. Lo considera imprescindible para su trabajo.
“La telenovela tradicional es seria, no sé por qué, si incluso viene de Cuba que es un pueblo con tanta gracia. Pero desde “Betty la fea”, estamos viendo cosas desfachatadas que resultaron. Eso nos ha abierto la puerta para escribir con humor.”
Mónica cree que la risa tumba las barreras para conquistar al público y entonces lanzar el conflicto que conmueva. “Llegar a la casa cansado y conseguirse con el regalo del humor en la televisión, es algo que se agradece. Espero que esa sea mi misión de vida. ¡Me encanta!”

2 comentarios:

Dalal Saab dijo...

Hola Carlos! Felicidades por el trabajo que haces, tienes una redacción muy fresca y entretenida, que a la vez da fuerza al contenido... me ha gustado!
Te escribo porque busco info y datos de Mónica Montañés, vivo desde hace 9 años en España y estoy en un proyecto para obras de teatro latinoamericanas y creo que le puede interesar... pero como hace tanto que ya no estoy en Vzla, no he logrado contactarla, te agradecería si me pasa el dato de telf o mail...
el mio es dalalsaab@gmail.com.
Te agradezco de antemano la ayuda que me puedas prestar! un abrazo y ya me he guardado tu blog para hacer revisiones periódicas!!!
Saludos

Unknown dijo...

Fácil de digerir la última novela de Mónica Montañez (Desconocidos), porque está escrita en "venezolano", es más en "caraqueño", con todas la locuras que le pasan a la gente en este país, mi país, tu país. No tan fácil de digerir el tema, uno hace plop como condorito. Y ciertamente hay tanto desconocimiento acerca de las personas con las que convivimos, pero darse cuenta leyéndolo en una obra tan sabrosita y con el excelente sentido del humor de esta venezolana, pues, uno no queda tan traumatizado. Sola me reía y a carcajadas. Ojalá mucha gente lea esta obra. Es una foto de alguien que todos hemos conocido, de nosotros mismos, tal vez. Felicidades y un abrazo a Mónica a través de este portal. Ojalá que pueda leer este feed back.