viernes, 10 de octubre de 2008

Mi obra, la censurada!!!

A petición de mis panas, publico aquí la controversial pieza corta MALA PAGA, la cual ocasionó que se cortara en plena función en la Alianza Francesa de Chacaito, un espectáculo del cual formaba parte.
El alegato de la empleada que dio la orden de abortar el procedimiento, fue que "había muchas groserías"... Cosa que no discuto!!! Pero quien no haya dicho "tetas" o "culo" en su vida, que lance la primera piedra... (Y quien no lo haya dicho, no sabe lo que se pierde...)
Se agradecen comentarios de su parte en torno a eso que llaman "censura"...
MALA PAGA

SUENA “SE ACABÓ”, DE LA LUPE. GABRIEL Y GUSTAVO SENTADOS EN UN MURO O EN UN BANCO DE UN PARQUE O MIRADOR. SE DAN LA ESPALDA, TOMAN CUBA LIBRES EN VASOS PLASTICOS, YA HAY UN PAR DE BOTELLAS DE RON, UNA SIN ABRIR Y OTRA A MEDIO CAMINO. CADA UNO HABLA COMO CONSIGO MISMO.

GABRIEL: Claro, me dejó cuando rebajó... ¿O rebajó cuando me dejó? Oye, de verdad no tengo claro el orden, pero rebajar y dejarme fueron la misma vaina… Perder el caucho, ponerse flaca y mandarme pa’l coño son un hecho único e indivisible.

GUSTAVO: Coñuesumadre… Se metió en el gym… Se puso mejor que nunca... Ya no es la lombricita de quien me enamoré… ¡Y ahora anda con un modelito de ojos verdes que no puede con la cara de marico! Debe haber dejado ya al viejo barrigón del Camry azul, que no sé cómo hacía con la panza y el volante. Pero claro, el viejo tenía un Camry y su Camry mata a mi Corsa… Y las tarjetas de crédito del viejo matan a la tarjeta de débito mía. ¡Peor que una puta! ¡Eso resultó ser, peor que una puta!

GABRIEL: Se le espicharon las tetas…

GUSTAVO: Se le abombó el culo…

GABRIEL: Eso es lo único que me alegra, que se le hayan espichado las tetas. Yo era adicto a sus tetas grandotas, redondas, ricas. Podía pasar hora estrujándoselas, besándoselas… Ahora ya no tiene tetas. Igual, sin tetas, ¿para qué me sirve? Por ahí dicen que una novia sin tetas, más que una novia es un amigo. Y es verdad. Ese es el castigo de Dios: ¡Dios vino y la dejó sin tetas para que pagara lo que me hizo sufrir!

GUSTAVO: Siempre tuvo un culo rico. (POÉTICO, ROMÁNTICO) Yo decía que me había enamorado de sus ojos, de su sonrisa… (ORDINARIO) Pero qué va, cuando se volteó y le vi el culo, ¡fue cuando supe lo que era el verdadero amor! ¡Eso sí es amor a primera vista! Ese culo enorme… Aunque flojito y como medio caído. Pero ahora, ahora que está en el gym, tiene el culo por aquíii arribaaa… Debe ser que está haciendo sentadillas… ¡Y se le puso duro! ¡Por fin tiene el culo duro y ahora no se lo puedo tocar, pellizcar, morder!

GABRIEL: Se acabaron las tardes de domingo lujuriosas…

GUSTAVO: No nos volverá a pillar Polichacao en el carro…

GABRIEL: Más nunca le volveré a decir “Bebé”…

GUSTAVO: Más nunca me volverá a decir “Bebé”…

GABRIEL: Y ahora no se despega de esa compañera de trabajo, ingeniera ella, que tiene una Hummer.

GUSTAVO: Lo que me mató el amor fue enterarme de que le
estaba echando los perros a la morena esa…

GABRIEL: Todo el mundo me lo advertía, pero yo no les paré bolas…

GUSTAVO: Cuando empecé a darme cuenta, no lo podía creer…

GABRIEL: Pero la realidad me coñaceó…

GUSTAVO: Me quise morir cuando supe la verdad…

GABRIEL: (A GUSTAVO) ¡Pana, mi novia es lesbiana!

GUSTAVO: (A GABRIEL) ¡Chamo, mi novio es heterosexual!

SE VA LA CANCIÓN. SUSPENSO.

GABRIEL: No, déjate de vainas, ese huevón no es hetero más nunca.

GUSTAVO: Es verdad. Debería más bien decir: “¡Chamo, mi ex novio es lesbiano!”, con tu permiso, que sí tuviste una novia lesbiana de verdad.

GABRIEL: Sí, eso debe ser un episodio de lesbianismo que le dio al pana. Porque imagínate, con la morena no duró ni tres semanas, y después tuvo al viejo…

GUSTAVO: Y al modelito de ojos verdes.

GABRIEL: Al mariquito…

GUSTAVO: ¡Obvio! ¡Obvio que es mariquito!

GABRIEL: ¡Perdón! ¡Pero fuiste tú quien lo dijo!

GUSTAVO: Sí, pero tú le dices mariquito por gay, en cambio yo le digo mariquito por… ¡Por mariquito!

GABRIEL: Está bien, pues…

GUSTAVO: Pero si le vieras los abdominales al coñuemadre… Aquello parece la Caracas La Guaira de tanto bache.

GABRIEL: ¿Los de él o los del mariquito? (CORRIGE) Perdón, modelito…

GUSTAVO:¡Los de los dos! ¡Deben estar entrenando juntos, coño! Hasta en eso me está montando cachos. Claro, ya quedaron atrás los tiempo cuando íbamos juntos a hacer barritas en el Avila. Como ahora entrena en el “Top Athletic Fitness Club and Spa”… ¿Quién se lo habrá pagado, el viejo o el modelito? Porque el modelito tiene una cara de sifrino que no puede con ella. Seguro le paga el gym.

GABRIEL: Ah bueno, pero hetero no es. Fíjate, es la morena contra el modelito y el viejo. Va dos a una.

GUSTAVO: Tres a una, si tienes la cortesía de contarme; gracias.

GABRIEL: Perdón, tres a una, pues.

GUSTAVO: Y no te detallo los anteriores porque no tengo los pelos en la mano. Pero yo sé. Lo bueno no es que las paredes oigan, sino que después echan los cuentos…

GABRIEL: Jodido estoy yo, que mi novia va uno a uno... una a una… uno a una… una a uno… Bueno, tú me entiendes…

GUSTAVO: A mí ella siempre me pareció sospechosa, lo que pasa es que me daba como vaina decírtelo. Pero cuando nos dimos la mano, el día que nos presentaste, de vaina no me la fracturó.

GABRIEL: Perro, pero tiraba como una salvaje… Me sometía y me pegaba. Pero a mí eso me gustaba.

GUSTAVO:¿Y esa vocecita ronca?

GABRIEL: La misma voz con la que me decía (JADEANDO, LA IMITA) “¡Rico, papito, rico! ¡Dale, dale, dale…! ¡Así! ¡Dale más!”

GUSTAVO: Qué va, esa te usó…

GABRIEL: (DEPRIMIDO) Me usó, mi gordita me usó…

GUSTAVO: Para montar un paro con la familia…

GABRIEL: (IDEM) Sí, sí; eso fue, eso fue…

GUSTAVO: Y todo el mundo dándose cuenta de que ella era lesbiana, menos tú.

GABRIEL: Sí…

GUSTAVO: Todos deben estar pensando que era ella la que te cogía a ti.

GABRIEL: (REACCIONA) Ah no, pana, un momentico, tampoco así la vaina.

GUSTAVO: ¿Y lloraste por ella?

GABRIEL: Sí… lloré por ella… ¡En público!

GUSTAVO: (BURLA) Aaaaayyy…

GABRIEL: (INCÓMODO) ¿Qué pasó, qué pasó?

GUSTAVO: Después dicen que los sensibles somos nosotros.

GABRIEL: Ah pues, ¿me vas a decir que tú no has llorado por tu “cachapero”?

GUSTAVO: (ESTOICO) No. Ni una lágrima. Ni una mísera gota de agua con sal. Pujo, pero no lloro. La procesión va por dentro.

BEBEN. SUENA EL CELULAR DE GABRIEL. GUSTAVO REACCIONA ANTES QUE EL, TOMA EL APARATO, VE EL NOMBRE DE QUIEN LLAMA EN LA PANTALLA.

GABRIEL: ¿Es ella?

GUSTAVO: Sí.

GABRIEL: ¿Y qué hacemos?

TRAS DUDAR UN MOMENTO, GUSTAVO LANZA EL CELULAR DENTRO DE UN VASO DE CUBA LIBRE.

GABRIEL: ¡¿Estás loco?! ¡¿Cómo se te ocurre?!

GUSTAVO: (FINGE INGENUIDAD) No sé, me salió espontáneamente.

GABRIEL: ¿Cómo me vas a joder el celular?

GUSTAVO: Me lo agradecerás algún día, cuando veas que ella no puede localizarte más. Así no vas a tener la tentación de atenderle. Te estoy defendiendo de ti mismo.

GABRIEL: ¡Yo no puedo estar sin celular!

GUSTAVO: Lo que no puedes es estar sin ella; pero necesitas aprender a estar solo otra vez. Es mejor perder un celular que perder la dignidad.

GABRIEL TOMA A GUSTAVO POR LA CAMISA Y LEVANTA CONTRA EL UN PUÑO, AMENAZANTE. SUSPENSO.

GUSTAVO: (SERIO) Okey, pégame. Pero antes, creo que tienes que saber que a cada golpe tuyo, no puedo responder sino… (CURSI) ¡Con amor!

GABRIEL, DESCONCERTADO, SUELTA A GUSTAVO. SUENA EL CELULAR DE GUSTAVO. AMBOS, SORPRENDIDOS, SE VOLTEAN A MIRARLO. ES AHORA GABRIEL QUIEN REACCIONA Y TOMA EL APARATO. VE LA PANTALLA.

GUSTAVO: ¿Quién es? (SILENCIO) ¿Es él?

GABRIEL ASIENTE.

GUSTAVO: ¡No me lo vayas a botar, de pana y todo…! Mira que de verdad lo necesito para trabajar... Para trabajar, sí. Y además estoy pelando…

GABRIEL DISFRUTA LA SITUACIÓN, LA REVANCHA. SONRÍE.

GABRIEL: Ahorita no te das cuenta, pero algún día me lo vas a agradecer…

GUSTAVO: ¡No! ¡No lo botes!

GABRIEL SE DA VUELTA, PROBABLEMENTE PARA BOTARLO, PERO REPENTINAMENTE LO ATIENDE. GUSTAVO REACCIONA CON DESCONCIERTO.

GABRIEL: (LIGERAMENTE AMANERADO) Aló… ¿Sí? ¿Con Gustavo? Ay, ya va, es que él se está bañando… ¿Quieres esperar en la línea o lo llamas después?

GUSTAVO SE COME SUS PROPIOS DEDOS DE LA RABIA.

GABRIEL: Ay, ya va… (PROYECTA) ¡Gustavo! ¡Dejaste los interiores limpios aquí en la cama! ¿Te los llevo o los vienes a buscar? ¡Si los vienes a buscar, tápate con una toalla; mira que los vecinos son muy curiosos y “eso” es solamente mío! (AL CELULAR) ¿Que quién soy yo? Soy Michel, su “amigo”… ¿Qué cómo su amigo? Pues su amigo, su amigo en el mejor sentido del “boyfriend” gringo, ¿Me entiendes? Su novio no, porque novio es el que va vestidito de negro caminando hacia el altar y no creo que ese pueda ser nuestro caso. Leyes pacatas y religión medieval nos echan la partida para atrás. Nos conformamos con el concubinato… ¿Qué si sé quién eres tú? ¿Andrés? No, ni idea, no me cae la metra para nada… (A GUSTAVO) Gustavito, gordo, ¿quién es Andrés?

GUSTAVO LO MIRA MUY FEO.

GABRIEL: ¡Ah, claro, Andrés! Tú eres… (ENUMERA) El anterior, el caduco, el vencido, el expirado, el previo, el penúltimo, el prehistórico, el pasado de moda, el periódico de ayer… ¡No! ¡Nada de que tú eres todavía algo para él! Gustavo lo decidió así porque me tenía a mí; pero principalmente ¡porque tú eres una ladilla! Imagínate que le pregunté qué pensaba del anterior, ¿y sabes qué me respondió? “¡Nada!”. ¿Tú sabes lo triste que es que tu ex no piense nada sobre ti?

GUSTAVO LE HACE SEÑAS A GABRIEL, DESESPERADO. ESTE NO LO TOMA EN CUENTA, HASTA QUE LE RESULTA IMPOSIBLE IGNORARLO. LE PRESTA ATENCION.

GUSTAVO: (BAJITO) ¡Pana, no botes tanta pluma! Si va a pensar que ya ando con otro tipo, por lo menos que crea que es un tipote de verdad, y no uno como su mariquito de ojos verdes.

GABRIEL: (A GUSTAVO) Okey… (VUELVE A LA CONVERSACIÓN, ABSOLUTAMENTE VIRIL) Bien, panita, tranquilo, cero peo, cero peo… No llames más a mi jevo porque ahora él está conmigo y soy yo quien le atiende su celular para protegerlos de llamadas desagradables, como las tuyas. Así que sigue tu camino y ojala te consigas un buen culo. Un culo metido en un Calvin Klein o en una Victoria Secret, ese peo ya es tuyo… Sí, yo se lo voy a decir. Que necesitas hablar con él. Y ahí, el decidirá si quiere o no quiere hablar contigo. Que lo más probable es que no. (NUEVAMENTE AMANERADO, PERO MUCHO) ¡Sé feliz, Chao!

GUSTAVO: No necesitabas ser tan grosero con él.

GABRIEL: ¿Y qué querías? ¿Qué no le pusiera su parao? Se lo merece por andar chuleando gente.

GUSTAVO: El no era ningún chulo… Era un chamo con necesidades económicas.

GABRIEL: Sí, claro, está bien, estamos de acuerdo. Y ese chamo con necesidades económicas se encontró a un tipo con necesidades afectivas, o sea a ti. Se intercambiaban cariñitos por zapatos Nike y I Pods. ¿No es así? ¿No te parece justo entonces lo que hice?
(REFLEXIONANDO) “Nos conformamos con el concubinato.” ¡Qué bolas! (RÍE) Tú y yo… ¡concubinos!

GUSTAVO: Mala idea no es. Pero eso sí, sin sexo, porque tú tiras con medias y eso es pavoso.

AMBOS RIEN. GABRIEL TOMA SU CELULAR Y LO HUNDE DE NUEVO EN EL VASO. GUSTAVO HACE LO PROPIO CON SU CELULAR NUEVO. BRINDAN.

GABRIEL: Por ellas, aunque mal paguen.

GUSTAVO: No te enrolles la vida panita, que ellos pagan peor…